Estoy
siguiendo una serie llamada “Boss”, su protagonista Tom Kane es
un crápula que se resiste a perder el poder total que ejerce como
alcalde en Chicago, coincidiendo con el diagnóstico de una demencia.
La corrupción es la norma, a todos los niveles, dentro y fuera de su
casa. Aquí no se salva nadie. La única esperanza parece residir en
un periódico y su inquieto director, pero veremos si resiste... El
alcalde es el protagonista de la famosa serie Frasier.
A mitad de la primera temporada, ante la amenaza de
perder una votación trascendente, el alcalde arremete contra todos
los que le rodean con intensa furia, tachándoles de inútiles... y
también contra unas magdalenas sin gluten que esa mañana una
de sus secretarias le ofreció. Dicha secretaria no aparece ni
aparecerá, tampoco hemos visto las magdalenas sin gluten, si eran
comerciales o probablemente caseras y riquísimas, tampoco sabremos
si ella seguía una dieta estricta sin gluten, y con qué argumentos
se las ofreció, eso es irrelevante para el guión. Pero lo que sí
queda claro es que un tipo así, hecho a sí mismo, a base de engañar
y manipular, no aceptará jamás unas magdalenas sin gluten, incluso
ahora que está gravemente enfermo, porque sin gluten es un sucedáneo
de un auténtico desayuno. Y ya tiene bastantes sucedáneos inútiles
en su despacho ese día.
Esta furia gastronómica del protagonista, a quien no
vemos quejarse en la serie de otros alimentos, me parece que no ha
sido incluída al azar, y quizás provenga de la creciente adhesión
de celebridades en EE.UU a una dieta sin gluten para adelgazar. Puede
que la secretaria siga una dieta estricta sin gluten, pero no, más
bien imagino que ella, con sobrepeso, igual que él, ha comenzado a
imitar a las chicas que admira en las portadas de las revistas, y se
las ofrece a su jefe porque está muy ansioso y porque son sanas.
Esta moda de las famosas USA no nos beneficia pues
banaliza el carácter estricto y permanente de una dieta sin gluten
como único tratamiento disponible. Esperemos que sea una moda
transitoria y que no cruze el Atlántico.
Antes ni me habría dado cuenta del detalle, como la
mayor parte de los teleespectadores; fue sólo una reflexión de
tanta lectura gluten-free. Les recomiendo la serie, ya en la segunda
temporada. Comparado con ella, las series españolas sí que son un
sucedáneo.
La sintonía
de la serie es de Robert Plant, muy apropiado, Satán Your Kingdom
Must Come Down.