Visita apresurada e improvisada, así que faltan cosas, alguna foto y nombres completos de los platos.
-Aperitivo... No recuerdo pero era
compatible. No le eché foto.
-Calamar con cebollas, puerros jóvenes
ecológicos y crema de ajo tierno, con papada...
-Huevo “da casa” a la carbonara de
queso San Simón y migas de pan. Rectificado por mí con unos Grissinis-Scharr desmenuzados in situ. El camarero debió verme y me trajo enseguida un platito para el resto de mis Grissinis. Genial.
-Bacalao con fondo de sus espinas...
-Solomillo de porco celta con su jugo
aromatizado, berzas recuperadas y remolacha.
-Sopa con flores y lima, sorbete de
yogur y granizado de hierba luisa.
-Frutos rojos con Cebreiro y ganache de
chocolate blanco. Sin galleta ni toffe blanco.
-Pralinés. Sustituido por chupito de
frutos rojos.
-Cafe.
BRUTALLLLL... Todo.
Menú corto, 48 E, IVA INCLUIDO. (el
largo 65 E, también carta). Bebida aparte. Pan casero, rico, rico, eso me contaron.
No eché foto, que el móvil también es intolerante.
Trato atento y discreto, diligente. 3
personas en sala. Dejarse aconsejar por la jefa de Sala, Amaranta,
una de las impulsoras de este local, de mirada translúcida, tan
bella como escuálida. Si Tim Burton supiese de ella...
La cocina está anexa al comedor, tan
sólo parcialmente visible. Casi todo es producto natural, sin
gluten, elaborado con mimo, sin desvirtuar, y fácilmente adaptable o
sustituible. Conocen intolerancias, alergias, siempre te preguntan,
y después puedes estar tranquilo comiendo. Volví a preguntar en
los postres, todo bien controlado. Los platos se sirven al unísono, a mí el último y por el mismo camarero. Sin errores.
Carta de vinos amplia, nacional e
internacional, ya consta de 4 páginas, predominio de gallegos tintos
y blancos, muy bien seleccionados, desde 19 E. También vinos por
copa para apertivos.
Lleno, aún sigue siendo ruidoso a
pesar de la reforma de un aislante en el techo. Elegante,
minimalista, blanco, madera y cristal. Ventanal completo, hasta
suelo, mostrando el origen de la cocina de Javier Olleros, mezcla de
ría y huerta pero, ayyyyy... con feismo gallego y vista del propio parking.
Ya están amueblando la parte inferior,
para digestivos, catas, reuniones, y de momento garage de los
juguetes de su niño...
En mi opinión falta el contrapunto
musical que suavize la frialdad del espacio (sobre todo de día), y no tiene por qué ser
gallega, otras que sobrevuelan el Atlántico, como la morna, el
fado o la bosanova.
He comido aquí con y sin gluten. Siempre muy bien, a mejor. En verano es aún más ruidoso, molesto, y se juntan mesas con lo que pierde parte de su encanto. Este local me gusta especialmente para cenar, viendo el atardecer en otoño-primavera, ocultado el feismo circundante por la noche sobre la ría, y para grupos medianos reservar la mesa redonda esquinada
Acaba de estrenar 1 Estrella Michelín...
Ahhh, vale. Ellos siguen a lo suyo, innovando con humildad. Larga
vida.
Los Reyes Magos existen, os lo juro... y no son los
padres.
Restaurante Culler de Pau
Dirección: Reboredo, 7336980 O Grove - Pontevedra
Teléfono: +34 986 732 275
Unas fotos decentes del local y entorno, aquí.
Tomamos buena nota de este restaurante, ya que además en es población tan bonita, y tras leer tu crónica... dan ganas de ir ya mismo.
ResponderEliminarBesotes
Ana y Víctor.
Saludos. Os sigo, la veteranía es un grado.
ResponderEliminarAVISO: El restaurante está temporalmente cerrado, por unos problemas administrativos, que espero se solucionen cuanto antes.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCerrado temporalmente para las reformas pendientes.
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