Local moderno, con encanto, planta baja acristalada, amplio comedor, con cocina a la vista, iluminación indirecta, y con flexo en algunas de las mesas tanto pequeñas como grandes. Barra en la propia sala donde come algún ave nocturna. Terraza exterior. Mesas bien servidas y vestidas. Lleno completo, muy bien insonorizado, buena temperatura. No había música.
Chef asequible, me dedica tiempo y adapta el menú que tomamos, cambiando las alcachofas fritas y las patatas fritas. Tres de los postres aptos. La carta no está señalizada. Me adjudica un camarero, bien informado y atento, sin fallos, al unísono.
Todo estaba en su punto, muy sabroso. La sugerencia de vinos me pareció demasiado convencional para el tipo de comida y ambiente, hay vinos más baratos y elegantes. No hay cerveza sin gluten. Pan sin gluten rico, que van reponiendo, no recuerdo la marca.
-Burrata con rúcula y tomate seco.
-Ceviche de corvina.
-Arroz salvaje con verduras y mostaza.
-Cabrito con puré de patata trufado.
-Verduritas.
-Sorbete de limón.
Castellana 35. Madrid.
(Entrada por Rafael Calvo).
+34 917 022 736.
Lu-Do. 13-16h. 20.30-00.00.
Ju-Vi-Sab: Copas y música hasta las 3.00.
Lleno pero quedaba hueco para un piano y una voz:
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